sábado, 28 de julio de 2012

Aprender a leer y a escribir

6. Recuerda que aprender a leer y a escribir lleva tiempo y necesita constancia
Tiempo. Se necesita tiempo para desplegar el largo proceso de aprendizaje de la lectura
y la escritura. Una opinión bastante generalizada postula que los niños cuanto antes
lean mejor. Pero deberíamos preguntarnos mejor ¿para qué? Hay una franja de edad
entre los 4 y los 7 años, científicamente estudiada, en la que todos los niños y niñas
adquieren un primer grado de autonomía en la lectura y la escritura y tan buen lector
podrá ser el que lee independientemente a los 4 años como el que lo hace a los 7.
Leer y escribir son aprendizajes complejos que necesitan tiempo y se desarrollan de
manera interrelacionada con todos los elementos que intervienen en ese proceso que
no acaba nunca. En una sociedad como la nuestra, en la que se valora cada vez más el
éxito rápido y en la que los niños lo quieren todo al momento, la idea de proceso es
difícil a veces de entender y de hacer entender. Aprender a leer necesita constancia
y paciencia y aunque en algunos momentos niños y niñas dan saltos espectaculares
no podemos dar nunca el proceso por acabado.
Ten en cuenta que, aunque cuando acabe el primer ciclo de Educación Primaria tu hijo
tendrá un alto grado de autonomía en la lectura y en la escritura, ese aprendizaje no
ha hecho más que empezar y te seguirá necesitando durante muchos más años. Debe
aprender a leer las distintas áreas de conocimiento, a controlar la comprensión, a
regular los objetivos de lectura, etc. Sigue acompañándole, seguid leyendo juntos,
busca un rato cada día para leer y escribir con tu hijo o tu hija, sentaos juntos al
ordenador, revisad las instrucciones de un aparato, leed ese reportaje tan interesante
sobre las focas o buscad en el periódico una actividad para el fin de semana. 
Y dale tiempo. Muchas veces los adultos nos precipitamos dando las respuestas a
todo sin dejar tiempo a que los niños investiguen, comparen, discutan, ensayen,
haciéndoles totalmente dependientes de nuestras explicaciones, nuestros recursos y
nuestras lecturas.
Ayúdale a descubrir lo interesante que puede resultar formularse preguntas, indagar,
comparar y discutir de forma cada vez más autónoma, y para ello has de
darle tiempo.

http://familias.leer.es/files/2009/05/familias_leeryescribir_10ideas_montsefons_1671.pdfhttp://familias.leer.es/files/2009/05/familias_leeryescribir_10ideas_montsefons_1671.pdf

miércoles, 18 de julio de 2012

Juegos con palabras

 http://familias.leer.es/2009/05/13/juegos-con-palabras/

 

 

Juegos con palabras

¿Para qué?
- Para aprender palabras nuevas.
- Para mejorar la comprensión de los textos.
¿Cuándo?
- En momentos tranquilos o en situaciones en que se necesite reposo: esperas, visitas al médico, en viajes en coche, en vacaciones…
¿Cómo?
Veo, veo y De la Habana ha venido un barco cargado de palabras que empiezan por… Son juegos muy aprovechables para enseñar a los niños nuevas palabras. En los dos, el juego se inicia eligiendo una letra inicial: en Veo, veo, hay que adivinar una palabra; en De la Habana…, hay que ir completando una lista de palabras. Siempre podremos complicarlos o simplificarlos, en función de las edades de los niños. Por ejemplo, podemos partir de una sílaba en vez de una letra: el Veo, veo lo estamos facilitando; el De la Habana… lo estamos complicando.
Variaciones sobre De la Habana… Este juego resulta más interesante si, en vez de partir de la inicial de las palabras, la regla es buscar palabras que «terminan por». Podemos pensar en palabras acabadas en -ción, -dad, -ón, -tad… Para practicar el juego con esta norma, conviene tener en cuenta la edad de los niños.
Seguir la cadena. Otro juego divertido consiste en decir una palabra que empiece por la última letra de la palabra que se ha dicho anteriormente, introduciendo algunas variables: no repetir ninguna de las palabras dichas hasta el momento, o no utilizar nombres propios, o jugar solo con nombres de un campo semántico acordado: árboles, frutas, enseres domésticos, etc.
Lápiz y papel. Los juegos anteriores se pueden practicar escribiendo las palabras. Según la edad de los niños, podemos atender además a la corrección ortográfica.
El mercado quesiniquesino. Mercado donde se pueden comprar objetos que no contengan en su nombre las letras i / o (que-sin-i-que-sin-o). La norma no se comunica previamente: se trata de que los niños la adivinen comprando en el mercado.
Pasar la frontera… Alguien piensa una norma: palabras que no tengan una letra determinada, palabras que tengan un número concreto de sílabas, palabras que empiecen o acaben por una letra, por una sílaba o por una combinación de letras… El director del juego comienza a jugar diciendo que pasa la frontera con un objeto cuyo nombre cumple la norma establecida, sin desvelarla. Los jugadores procurarán pasar la frontera diciendo palabras que tratan de atenerse a la norma. El director del juego va dejando pasar o no la frontera según se cumpla o no la norma. Gana quien descubre la norma, y pasa a ser director del juego.
«X como Y»: X = adjetivo, Y = nombre. Por ejemplo, «verde como una pera». El director del juego inicia el juego partiendo de un ejemplo que han de seguir el resto de los jugadores hasta agotar todas las posibilidades. Corre el turno, y un nuevo jugador ejerce como director de juego, proponiendo un adjetivo diferente: por ejemplo, «alto como una torre».
La sílaba intrusa. Se trata de adivinar las palabras propuestas por un jugador, intercalando entre cada sílaba de una palabra otra determinada. Por ejemplo, patata podría ser «tipatitatita». Cuando se adivine la norma, cada jugador ha de componer una palabra con el mismo recurso, y todos han de adivinar las palabras. Cuando acabe la ronda, el jugador que la adivinó en primer lugar abre una nueva ronda, intercalando una sílaba diferente.
Transformaciones. Juego escrito. Se trata de llegar de una palabra a otra en un número de pasos determinado. En cada paso se cambia una sola letra, creando siempre palabras con sentido.
juegopalabras
Pasatiempos en revistas. Hay otros muchos más juegos de este tipo en revistas juveniles y pasatiempos. Algunos requerirán adaptaciones para que puedan funcionar en ciertas edades.